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Y SI EL PROBLEMA ERES TU (PROFESIONALES)

La gran mayoría de propietarios de caballos prioriza la salud y bienestar de sus animales por encima de la suya personal.

Soy amazona y se de lo que hablo;  sé lo mucho que la mayoría de nosotros nos preocupamos por el bienestar de nuestros caballos; cuando estos nos muestran algún signo de incomodidad, dolor, ya sea físico o mental, sacamos nuestra lista de chequeo para poder discernir la causa : ¿será el herrado? ¿La comida? ¿Los dientes?

Llamamos al veterinario para que hagan algún análisis que determine si nuestro caballo tiene alguna alergia, deficiencia vitamínica.. quizás necesita una visita del Fisio o llamamos al osteópata? ¿Quizás otro método de entrenamiento? ¿Ha habido algún  cambio a su alrededor? ¿Quizás sea la cama? ¿O algún otro caballo en el paddock?

Estas son algunas de las muchas preguntas que nos hacemos; nos vamos de las cuadras pensando que puede ser, aunque raramente nos preguntamos si nosotros tenemos algo que ver con que nuestro caballo no esté bien.

Cómo afectamos a nuestro caballo es normalmente la última pregunta que nos hacemos… y a mi entender, quizás debería ser la primera.

¿Cuántas veces hemos escuchado a nuestros instructores decir que nos sentemos altos, con los hombros atrás y sin tirar nuestro peso hacia la parte delantera del caballo? 

La monta es una batalla constante para mantenernos en equilibrio con el caballo; de hecho, toda la equitación se basa en esto, en poder equilibrarnos sobre el caballo de una forma responsable para que nuestro peso y desequilibrios no les afecte adversamente .

Si por lo general no prestamos mucha atención a nuestra postura, y no somos de los que se sientan bien sobre el caballo, en equilibrio y de una forma natural, estaremos, sin duda, afectando el movimiento de nuestro caballo, su equilibrio y su desarrollo muscular. 

¿Te preguntas a menudo el porqué tu caballo se incurva mejor en una rienda que en la otra? ¿Por qué algunos movimientos o transiciones le cuestan más que otros? ¿Porque tropieza de vez en cuando? o ¿por qué nos tira y quita las riendas?

Repetimos ejercicio tras ejercicio como modo de fortalecer sus cuerpos y poder ponerlos rectos para mejorar sus debilidades físicas pero nos cuesta mucho alcanzar el objetivo. Esta sensación puede ser súper frustrante para todo el mundo, incluyendo a tu caballo.

Si dejamos talento y habilidades de lado, el factor que está presente en cada jinete o amazona, no importa la edad o el género, es nuestra asimetría natural. Teniendo esta información en cuenta, todos nos deberíamos preguntar como nuestro cuerpo humano impacta al caballo.

El cuerpo de nuestro caballo va a reproducir lo que pasa en tu cuerpo (y viceversa, pero esto lo hablaremos en otro post) ellos SIEMPRE intentan con toda su voluntad acomodarnos para poder moverse debajo nuestro,  ya que SIEMPRE intentan hacer lo que les pedimos, sea cómodo para ellos o no.

Muchos de los problemas que los caballos normalmente presentan, son de hecho, problema del jinete o amazona que se sienta encima

  • Resistencia
  • Desequilibrios
  • Desconexion
  • Problemas de espalda y cadera

Causados por nuestra inhabilidad de:

  • Inhabilidad o dificultad de mover tu espalda independientemente 
  • Inhabilidad o dificultad de mantener tus isquiones en el asiento durante trote o galope
  • Inhabilidad o dificultad de girar sin mover o apretar las piernas causando bloqueos o confusión al caballo.
  • Debilidades y asimetrías en tu cuerpo causando compensaciones como apoyar un poco más una cadera que otra, que inmediatamente desequilibra tu asiento y esto se puede traducir que tu caballo tire mas de una rienda que de otra… la lista es interminable!
  • Inhabilidad de seguir el movimiento del caballo con Harmonía y equilibrio.
  • Inhabilidad de no tensionar partes de nuestro cuerpo inadvertidamente.

La lista es tan larga y tan variada como caballos y jinetes hay.

Es por eso que cuando aprendes con la metodología Symbiosis (ya sea como jinete o instructor) ponemos especial énfasis en corregir al jinete:  trabajaremos tu estabilidad pélvica, que tu postura sea alineada y correcta para cada disciplina, te enseñaremos a relajarte y a poder seguir al caballo de una forma flexible, coordinada y rítmica. Aprenderás sobre la importancia de la respiración y de cómo esta, afecta tanto a nuestra tensión como al movimiento de nuestros caballos.

Aprenderás sobre músculos y movimientos, tanto humanos cómo equinos, pero sobre todo aprenderás a sentir, ya que un movimiento libre y equilibrado es fundamental para que nuestros caballos estén libres de problemas de salud, y se puedan desarrollar y mover correctamente.

Si nuestros isquiotibiales están agarrotados, nuestro asiento ( glúteos) serán empujados fuera de la silla, que seguramente hará que nos agarremos con nuestras piernas y rodillas para mantener el equilibrio con nuestro caballo, ahogandolo y empujándolo a  ir detrás del movimiento (caballo que se le tacha de vago) o quizás nuestra presión lo que le hace es ponerlo nervioso y se quiere deshacer de nosotros (caballos tachados de demasiado sensibles o locos). Esta posición también va a propiciar que nuestros caballos no puedan conectar su parte delantera con la trasera propiciando que se vuelquen sobre sus hombros y que hundan la espalda…. La lista continua, aunque muchos caballos continuarán trabajando para nosotros, sin quejarse demasiado, a medida que vaya pasando el tiempo su salud tanto física como emocional se va ir deteriorando. Su cuerpo compensará nuestros desequilibrios y asimetrías, los músculos no se desarrollaran correctamente (unos se van a desarrollar mucho y los otros muy poco) condicionando al caballo a tener dolores crónicos, haciendole propenso a la artritis y artrosis, a tener más lesiones en las manos y espalda… etc. la lista también es interminable.

La solución está en nuestras manos, si podemos educar a nuestros cuerpos a ser simétricos y equilibrados, a nuestras caderas flexibles y estructuradas y nuestra mente presente y despierta, quizás nuestros caballos no acabarían acumulando tantas dolencias.

¿No sería esta una manera más empática, lógica y coherente de cuidar la salud de nuestros equinos mientras también mejoramos y cuidamos de la nuestra?

Mejorar nuestras asimetrías, bloqueos físicos y mentales tardará un poco, pero poco a poco notarás que tu caballo va más recto, que quizás ya no tropieza, que el carácter le mejora, que quizás tiene más ganas de salir (el vago) o está más relajado (el nervioso o sensible)..

Aquí algunas de los mensajes que me llegan y que me encanta leer:

“Cuando le pido que haga algo a mi yegua, lo hace…no está tan de mal humor y le gusta que le acaricie cuando terminamos las sesiones de entreno”

“ En cuanto pongo mi cuerpo en la posición correcta me hace los apoyos sin necesidad de forzar nada y completamente relajado. Parece que me entiende a la primera :)… estoy tan feliz”

“Por primera vez he podido saltar con él y mis piernas se han mantenido en la posición correcta, sin tener que agarrarme fuerte con las rodillas y sin caerme !:) “

Si te puedes identificar con lo que te he explicado en este post, y crees que te podría servir aprender con nosotros, me encantaría escucharte. Estoy super segura que te podré ayudar a ti y a tu caballo. Tu caballo va a estar más sano,  más feliz, y mucho más conectado.

Optimiza, optimiza tus clases y por ende la relación con tu caballo.

 

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